lunes, enero 24, 2011

Llamadme S.

Tengo dieciocho años, y de pequeña me escondía debajo de las sábanas a leer libros. Solía escuchar los vinilos de mi padre y mirarle cuando tocaba la guitarra. Hoy día, podría decir que soy insoportable, torpe, y tímida. Hablo a base de ironías. No se me da bien casi nada, como por ejemplo cocinar, pero aún así me gusta intentarlo una y otra vez, no me cansa equivocarme. No sé ordenar mi habitación, pero si esconderlo todo en el armario. No soporto ver a mis padres pelear, por eso siempre me encierro en mi cuarto con la música alta. No se bailar ni cantar, aunque cante siempre en la ducha. Tampoco se escuchar a todas las personas, casi nadie consigue ese privilegio. Hablo poco, a veces nada. Me gusta reírme, incluso me río cuando estoy nerviosa. Soy egoísta y algo celosa. Podría matar a alguien si se interpusiera entre nuestros ojos. También me gusta exagerar demasiado las cosas. No borro los momentos malos, son los que se me quedan siempre en la cabeza. Replico demasiado y tengo demasiados amigos, pero pocas personas, podría contarlas con los dedos de una mano. Me gusta el agua, me relaja mientras no esté fría. A veces me agobio demasiado con cualquier cosa y me entra asma. Discuto a menudo por tonterías y suelo acumularlo todo. A veces no aguanto más. Ahí es cuando pago todo mi mal genio con lo primero que se me pase por delante. Me gustan muchos, quiero a pocos y amo a menos. Me importa poco la gente que critica o habla mal de los demás, porque lo que sale de sus bocas no me interesa. Solo me interesa mi vida, y la de nadie más. Odio a la gente falsa. Por eso nunca veo la televisión, me parece una perdida de tiempo. Siempre me ha gustado pasear y camino irregularmente mal gracias a la escoliosis que arrastro hace unos años atrás. MUSE es mi pasión. Me encanta la música, diría que es una de mis mayores aficiones. Ahora estoy empezando la universidad, no se qué me depara el futuro, ya se verá. Ahora mismo tengo hambre. Común en mí. Soy una pluma, pero me tiro todo el día comiendo. Me aterroriza el día en que mi metabolismo pueda cambiar. En fin, hoy tengo ganas de ver sus ojos. Fuera hace demasiado frío, hasta aquí en mi habitación lo hace, pero eso no me quita las ganas de salir. Aunque a veces la cama me puede. Febrero está al llegar y eso me pone de los nervios. Veo exámenes por todas partes. He de decir, que mi color preferido es el morado. El color de mis ojos es marrón, con tonos verdes según la luz, ya ni lo sé. Cuando miro al espejo veo tan solo un reflejo con los ojos perfilados de negro. A veces no me entiendo, pero sé lo que digo y lo que pienso, aunque no se lo diga a nadie. En cuanto a relaciones, me agobio con facilidad... Digamos, que como todas las cosas... no soy perfecta.




(Modificación de frío)

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