Ésta es la historia de la chica del autobús.
Se sentaba en contra del movimiento, nunca miraba a nadie, no se detenía en los pequeños detalles y odiaba las grandes sorpresas... Estaba tan rota, que sus ojos intentaban perderse por los cristales. Intentaba encontrar algo en lo que fijar su atención para que no le devorara la conciencia. Pero tan solo se perdía en la nada, y es que nada era todo lo que le importaba... O eso quería creer.
Siempre iba con prisas. Apretaba tantas veces el botón de bajada que parecía que suplicara con el corazón en la mano. Sus ojos humedecidos querían huir para así empezar de nuevo. Y es que, ¿quién no a querido que eso ocurra alguna vez? ...
Supongo que en el fondo la entiendo.
Yo también la entiendo.. muy buena entrada!
ResponderEliminarUn besito ♥
:)
ResponderEliminarEmpezar otra vez, a veces lo quisiera, pero tengo mis dudas, quizá no sea tan conveniente arrancar nuevamente desde cero.
ResponderEliminarLinda manera de escribir, por aquí nos leeremos.
P.D. Amorphis efectivamente tiene algo de inspiración en la banda.
Me encanta tu blog
ResponderEliminar¿Te sigo vale? :)