jueves, abril 28, 2011

La primavera se apodera de nosotros.

Sonríes con los ojos, y eso es bueno. Pero sigues poniéndome esa cara de asco. Esa tan falsa como tus argumentos; esos que tan peculiar te hacen ... 

- No te hagas el duro, que yo ya te he catado.

Yo sonrío con mis comisuras. Creo que la primavera tiene la culpa. Y es que me entran ganas de abrazarte hasta que nos convirtamos en polvo. Pero te niegas, niegas lo evidente, niegas que me quieres. Me quiebras los pulmones dejándome sin respiración.

- Que me mires, que me hables, que me quieras.

Y le miraba, y me miraba, y le miraba, y así pasaban las horas ... sin que pasara nada más.



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