- Te reto, a que veas lo que se derrumba mientras yo sigo en pie, o al revés, ya no lo sé. Me olvidé del ayer.
- Te reto, a que me ayudes a recoger los escombros que dejo a cada paso.
- Te reto, a que me ayudes a buscar mis sonrisas entre las cenizas que dejas con cada cigarro.
- Te reto en la oscuridad. Con los ojos abiertos, tambaleándome, desorientada, lamiendo mis heridas como un lobo asustado, como un esgrimista, alzando la espada y dejando que me quieras.
- Te reto a que me abras el alma como solo tú sabes hacerlo.
- Te reto a que me mires las pupilas, en silencio. A que me cales hondo, y a que te cales hondo. A pesar de las consecuencias que eso conlleve...
Y si a pesar de todo esto te quedas, habrás ganado.
Observar.
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